HEMINGWAY EN LA PROXIMIDAD DE CUBANOS Y NORTEAMERICANOS
Cuban Review, Año 3, No 28, septiembre 1997, pág. 10
El diferendo Estados Unidos-Cuba no ha sido el marco más propicio para un adecuado contacto entre investigadores de los dos países dedicados a estudiar la biografía y el trascendental legado literario del novelista Ernest Hemingway, a pesar de los vínculos que este mantuvo con el país caribeño durante prácticamente la mitad de su vida.
Esta distancia comenzó a acortarse en 1995, cuando sucedió un primer encuentro. Pero ha sido justamente en el II Coloquio Internacional Hemingway, celebrado en La Habana del 19 al 23 de julio último, cuando se considera que el vacío pude comenzar a llenarse e incluso se entrevé una posibilidad de trabajos en conjunto.
Desde que Hemingway navego hacía la costa noroccidental cubana en 1932, para hacer su primera temporada de pesca de agujas, hasta que en el verano de 1960 se cerró a sus espaldas por última vez el portón de la Finca Vigía, su hogar por más de dos décadas, transcurrió no sólo una parte cronológicamente importante de su historia personal sino la más intensa desde el punto de vista creativo.
El profesor Bickford Silvestre, catedrático de la universidad canadiense de British Columbia y uno de los principales coordinadores del coloquio fuera de Cuba, dijo en entrevista exclusiva con Cuban Review, “nos hemos pasado treinta o cuarenta años leyendo y hablando acerca de la Finca Vigía y Cojimar, sin haberlos visto. Casi estuvimos en un mundo de sueños en relación con los lugares que Hemingway frecuentaba en Cuba”.
Para los investigadores cubanos, en su criterio, es importante entrar en contacto con la bibliografía más reciente publicada en el mundo en torno a este tema y, sobre todo, contar con ediciones originales de las oras del destacado novelista de la Generación Perdida, para confrontarlas con las traducciones al español que leen y a veces usan en sus análisis.
“También a los cubanos les sería útil visitar los lugares de Hemingway en Estados Unidos y otras partes del mundo, pero comprendo que estos son tiempos difíciles en términos políticos y económicos”, subrayó el profesor Silvestre. Más adelante informó que Hemingway conocía a un buen número de escritores cubanos y en su biblioteca de la Finca Vigía tenía bastantes libros de autores del país y acerca de la historia y la naturaleza cubanas.
McClintock estableció un paralelo entre la novela de Hemingway “To Have and Have Not”, publicada en 1937, y “Contrabando”, del cubano Enrique Serpa.
Son novelas escritas casi en el mismo momento –la década del ’30, con similitudes de personajes y ambientes”, explicó el analista, quien planteo además que ambas obras recrean de manera muy parecida incidentes relativos al tráfico de inmigrantes chinos entre Cuba y Estados Unidos.
En su exposición, el escritor cubano Armando Cristóbal Pérez extendió las coincidencias de enfoque de “To Have and Have Not” también a la novela “El Acoso”, del cubano Alejo Carpentier, a pesar –afirmó- de que este novelista consideraba que Hemingway no entendía mucho a Cuba.
Al ser llevada al cine, “To Have and Have Not” se convirtió en una más de las historias de amor y aventuras filmadas por Holywood, con 90 por ciento de su contenido manipulado por el realizador Howard Hawks y sólo 10 por ciento de Hemingway, dijo en su intervención John Wesser, del Santa Rosa Jr. Collage.
Según Wesser, en el film se antepone el romance a la compleja trama política que el novelista refleja en su relato, debido a que en los tiempos en que se hizo la película había intereses norteamericanos opuestos a que se dañara la imagen de Cuba, aliada de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Algo muy distinto sucedió con la versión para cine de “Islands in the Stream”, una de las novelas de Hemingway publicadas después de su muerte.
Algunos delegados que vieron por primera vez la película durante el coloquio, se asombraron de que en la misma haya desaparecido toda la parte dedicada a La Habana en la obra literaria original, mientras el final se convirtiera en un típico espectáculo de perseguidos y perseguidores, desvirtuado por la inexplicable presencia de lanchas guardacostas cubanas que tratan de dar caza a una bien lograda réplica del yate “Pilar”, que Hemingway utilizó por largos años y finalmente dejó en Cuba.
La catedrática Ruth Prigozy, de la Universidad de Hoftra, dijo que los realizadores del film habían argumentado en la década del ’70 que los temas de “Islands in the Stream” “no se vinculan con nuestras preocupaciones actuales” (en Estados Unidos). En opinión de la investigadora, las películas basadas en las novelas de Hemingway “excluyen los significados más profundos del texto”.
Otro ponente cubano, el escritor Enrique Cirules, mostró aspectos inéditos de la vida de Hemingway en Cuba, al revelar que el novelista estadounidense visitó la provincia de Camaguey y navegó a lo largo de la cayería norte de este territorio cubano, varios años antes de que su yate vigilara la presencia de submarinos alemanes en esas aguas, base real del relato de una tercera parte de “Islands . . . “
Ha comenzado a perder sustento, como esquema de la vida de Hemingway en Cuba, la hipótesis de un hombre cuya existencia en la isla se desarrollaba entre la Finca Vigía, los encuentros con los pescadores de Cojimar, la pesca en la Corriente del Golfo y una todavía misteriosas escapadas a su refugio en un cayo llamado Médano de Casigua.
A LAS PUERTAS DEL CENTENARIO
Cuarenta ponencias fueron examinadas durante el coloquio. La multiplicidad de enfoques devolvió la imagen del Premio Nobel de Literatura de 1954 con una sorprendente vigencia. Para Gerard Lochlin, Hemingway se adelantó a su tiempo en sus sentimientos ecologistas; los cubanos Mario Masvidal y Mary Cruz descubrieron nuevos secretos del iceberg literario del narrador, en cuya faceta periodística ahondó el norteamericano William Deibler.
Catedráticos de varios centros estadounidenses de altos estudios, entre estos el Massachussets Institute of Technology y la Western Washington University, expusieron durante las últimas horas del encuentro experiencias recientes en la enseñanza del inglés, la redacción y la apreciación literaria basadas en las obras de Hemingway.
Ponentes de la Universidad Estatal de Arkansas explicaron un proyecto para establecer un museo y un centro de conferencias literarias en la localidad de Pigott, que además de ser un atractivo turístico por su conexión con Hemingway, organizará seminarios, realizará publicaciones y promoverá la investigación mediante el otorgamiento de becas a los estudiosos.
Los cubanos, que alternan los coloquios internacionales con otros de carácter nacional, acaban de organizar la Cátedra Hemingway, adscrita al Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”.
Dentro de dos años se cumplirá el centenario del natalicio de Ernest Hemingway (1899 – 1961) y Cuba será uno de los países que le rendirán homenaje al hombre que entrará al tercer milenio como paradigma de la creación literaria.
Bickford Silvestre, reflexionando acerca de la efemérides, alertó acerca de los peligros de simplificar a un artista cuya visión fue tan compleja como el mundo.
2.13.2008
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