2.13.2008

A MEDIO SIGLO DEL PRIMER TORNEO HEMINGWAY
BITACORA. No 3, verano 2000, p. 20

El 26 de mayo de 1950, viernes, 36 de los mejores yates deportivos de La Habana salieron por la boca del Morro, en la entrada de la bahía capitalina, a lidiar los combativos peces de pico en la Corriente del Golfo, que a veces fluye a poco más de un centenar de metros del litoral.

Dos décadas antes, el deporte del sedal, las varas y los anzuelos había entrado en auge en la mayor de las islas antillanas. Ernest Hemingway había cruzado el Estrecho de la Florida en 1932 y al año siguiente reveló al mundo la riqueza piscatoria de la costa noroccidental cubana en una crónica para la revista Esquire. No sería la única colaboración: en 1935 aportó un capítulo, “Marlin of Cuba”, al libro American Big Game Fishing, que aun se considera un clásico de la abundante literatura mundial sobre pesca recreativa.

El escritor acudió a la cita convocada por el Club Náutico Internacional de La Habana (CNIH) y aceptó que su nombre fuera utilizado como título del torneo, además de ofrecer la primera Copa Hemingway que entró en competencia. Para obtenerla en propiedad que el club participante ganara tres veces el certamen. En aquellos años, además del CNIH, lidiaban el Miramar Yacht Club, Havana Yacht Club, Vedado Tennis Club, Havana Biltmore Yacht and Country Club y el Casino Español, que a mediados de siglo integraban la exclusiva –y excluyente- Corporación del “Big Five”.

Hemingway, que al principio competía y acudía cada año a entregar su copa, donó un segundo trofeo cuando, en 1955, el CNIH había ahilado tres victorias después de sendos triunfos aislados de los pescadores del Miramar y del Biltmore. El escritor norteamericano, por entonces ya vicepresidente de la Internacional Game Fish Association (IGFA), era sumamente exigente en materia de reglas de pesca. El uso del sedal número 15 (50 libras de resistencia) y la obligación de que el pescador lidiara por si mismo la pieza hasta acercarla al barco para engancharla, eran normas invariables.

Durante toda su primera década, el torneo se celebró en su sede original, en la bahía de La Habana. Sólo en 1960, y por razones probablemente ajenas a la competencia en sí, se trasladó a la Villa de Barlovento, un residencial costera al oeste de la ciudad, donde hoy se encuentra la Marina Hemingway. En aquella ocasión, el 15 de mayo de 1960, se encontraron por primera vez el novelista y uno de sus admiradores, el entonces primer Ministro Fidel Castro que actuaba como competidor.

Con el XI Torneo Hemingway concluyó la primera etapa de este clásico y pasaron dos años antes de que volviera aa convocarse. Cuando sucedió en 1963, fue bajo la forma de un torneo popular, organizado por los sindicatos y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER). El nuevo “Hemingway”, con carácter nacional, ha permanecido hasta el presente y a él se debe el mantenimiento de una importante traición náutica y el surgimiento de nuevos valores entre pescadores y capitanes de embarcaciones.

Su sede actual es Cojimar, localidad pesquera que hizo famosa la novela “El Viejo y El Mar”.

Una nueva etapa comenzó para el “Hemingway” en 1978. Ese año el congelamiento por Jame Carter de la Ley que prohibía a los norteamericanos viajar a Cuba, hizo que cientos de ciudadanos del cercano –y distante- país arribaran a Cuba cargados de avíos para pescar en el mar y en las aguas dulces. El torneo resultó una explosión, fueron copados los canalaes de la Marina Barlovento –“la Villa de la Aguja” la llamaron entonces- y la población de peces de pico en la Corriente del Golfo sufrió una sensible disminución.

Hubo altibajos a continuación, en el certamen convocado desde entonces por las instituciones turísticas cubanas, bajo el impacto del diferendo político entre Estados Unidos y Cuba. Pero el torneo se mantuvo, amplió su carpeta de participantes a países de donde jamás hubiera venido un pescador a Cuba (Sudáfrica, Japón…) y adoptó nuevas y mejores normas. Primero, la reducción de la categoría reglamentaria de sedal de 50 a 30 libras de resistencia, con limitaciones de peso mínimo de la captura; luego la aplicación exitosa e irreversible del “Tag and Release”.

Como reconocimiento a su calidad competitiva, el Torneo Hemingway de La Habana, Cuba, fue seleccionado en 1999 como evento clasificatorio para la cita de pesca del milenio, el “Rolex / IGFA Internacional Tournament of Champions”, celebrado en Hawai el pasado marzo. El puesto fue ganado en la cita cubana por el yate norteamericano On Course. Con tal historia y la permanencia de medio siglo el “Hemingway” es un torneo de pesca para cuidar con esmero: organización perfecta, promoción a su altura, ética deportiva impecable. No hay opción.

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